*Cada fin de año, miles de familias acuden a los ranchos silvícolas del Cofre de Perote para escoger el mejor árbol de navidad y se llevan en las entrañas momentos irrepetibles en su vida
Fotogalería: Óscar Sánchez
Perote, Ver.- Subir a la montaña es subir al alma familiar. Dos décadas bastaron para convertir al Cofre de Perote en una postal y recuerdo navideño.
El sueño de reforestar la octava montaña más alta de México, acabó en transformarla en un refugio de momentos en la vida de niñas y niños, muchos convertidos en adultos que guardan esos instantes irrepetibles.
La siembra de miles de árboles de navidad, la recreación de escenarios navideños y cabañas de ensueño, forman parte de un tour que evoca niñeces pasadas y niñeces presentes.
Pequeños instantes en la vida de miles de personas que les permitirán tener un buen día en medio de un caos creado por la humanidad. (Identidad Veracruz)